La vida son contextos
12/12/17 M uy a mi pesar, llegó el último día del curso de oratoria. Echaré de menos las improvisaciones sobre temas aleatorios, las historias construidas entre varios, las dinámicas sin instrucciones, los análisis del lenguaje no verbal (sobre todo el de Rajoy, qué risas…). ¿Lo bueno, si breve, dos veces bueno? Quizá. Ya empezaba a echar de menos esas cuatro horas semanales para estudiar. Para la última clase, teníamos que preparar un discurso, y los resultados fueron muy variables. María, la chica de Vigo, preparó uno sobre Paulo Coelho, en torno a la optimista ilusión de que si quieres, puedes; pero también alrededor de la interesante idea de que el miedo nos bloquea. Nada más oír el nombre de Paulo Coelho, Julio se presentó voluntario para leer su discurso, curiosamente centrado en el mismo escritor, aunque desde una perspectiva muy diferente. “A la mierda el pensamiento positivo, nos hace desestimar las malas noticias” vino a decir, en resumidas cuentas. Leyr